domingo, 21 de septiembre de 2008

Café de domingo

No sé que pasa, últimamente odio los domingos. Hacen hundir en la miseria mis trazas de optimismo.
Pelis de domingo, música de domingo, planes de domingo…. i només jo.

Un buen amigo dice que es cuestión de actitud. Yo diría que más bien es cuestión de circunstancias.
Espero que se cumpla el mito de “después de la tempestad llega la calma”, o como nos enseñaron en clase de historia, funcione la ley del péndulo y volvamos a ser lo que éramos.

Mientras tanto…que tengáis buena semana!!!

4 comentarios:

Ramón de Mielina dijo...

Estoy de acuerdo con tu amigo. Es cuestión de actitud, de no dejarse llevar... Está bien querer tocar fondo y dejarse hundir un día, a lo sumo 2. Pero al tercero tienes que levantarte, mirarte al espejo y decirte cosas bonitas! :-) Y querer ser feliz e intentarlo. Cualquier cosa, ya sabes, aquí estamos.

Holly Golightly dijo...

Si ya se me ha pasado! No hay nada como una jornada maratoniana llena de brownies a resolver para ponerte las pilas!!

Es sólo que parece que todo lo que rodea al domingo está hecho para sembrar la melancolía y las pocas ganas.

:-)

Ramón de Mielina dijo...

No sé por qué visito ni comento en tu blog porque lo suyo es devolver visita y comentariooo! :-)

Holly Golightly dijo...

Cierto, amigo Ramón. Espero que acepte mis más humildes disculpas por no haberle devuelto la visita.

Le ofreceré gustosamente una copa en la fiesta del sábado ;-)