martes, 24 de junio de 2008

Voces

Oigo voces. Las oigo, no las escucho. Oigo sonidos estridentes y desagradables de gente maleducada. Las oigo cada día, cuando aún sin terminar de despertarme viajo en metro camino al trabajo. Voces parlanchinas e insulsas, que nos ponen al día de sus idas y venidas sin venir a cuento. Sonidos que no respetan el descanso ni el aterrizaje en la jornada del viajero.
Señales de varias frecuencias que transmiten mensajes vacíos, sin contenido, que taladran mi cabeza.
Es realmente necesario ladrar de esa manera todas las mañanas????

Lo que no mata engorda ( El bolsillo)

Si habéis estado un poco atentos a los medios, de un tiempo a esta parte se está hablando mucho más que lo habitual del tema alimentario.
Que si uno decía que el otro daba a los “afortunados” comensales que iban a su restaurante nitrógeno en los platos, que si un tercero afirmaba que no se puede hablar de aditivos cuando se está obeso, etc etc.
Y una podía haber pensado: “ Mira, por fin se están preocupando de las grasas saturadas que lleva el pan de molde, de los azúcares en exceso que llevan las chuches de los niños ( y no tan niños), del ingrediente desconocido de la coca-cola, de los pesticidas con el que inevitablemente se rocían los frutales, de la comida pre-fabricada y pre-cocinada….
Pero no!!! Seremos inocentes!!
Hablaba de un menú que te sirven en un sitio recóndito de Girona, por no menos de 200 euros!! Un menú para el que tienes que reservar mesa con año y medio de antelación.
Y que evidentemente con el dineral que se paga, una no está para analizar cada ingrediente de sus 30 platos. Mejor disfrutar del frugal ágape.

Pensaría el generador de la polémica, que con la ayuda de 400 euros del gobierno, invertiríamos en “nouvelle cuisine“?? Y que por tanto acudiríamos en masa, una vez a la semana a restaurantes de alto postín?
Qué honorable por su parte preocuparse por nuestra salud!!

O es que su bolsillo había estado a dieta demasiado tiempo y quería engordarlo con las ganancias de la inmediata publicación de su libro?

Piensa mal…

Siempre en positivo

Hace unas semanas celebramos la boda de un buen amigo. Emocionada, el lunes comenté en el trabajo lo bien que me lo había pasado y lo intenso y divertido que fue todo.
Y ya salió el temita. El temita que tratado con tanta condescendencia casi siempre acaba por sacarme de mis casillas:

Qué sentido tiene casarse si “el matrimonio es la primera causa de divorcio”. Sentencia, radical donde las haya, que según decían queda avalada por las estadísticas.

Y automáticamente empezaron a hervir mis células. Entiendo y respeto que haya personas que no crean en el matrimonio como unión "bendecida" por la Iglesia. Que otras muchas decidan irse a vivir juntos y sólo firmen los papeles en el registro cuando llegan los niños, para así tener los asuntos en orden y evitar problemas.
Y me parece fenomenal! Cada uno es libre de establecerse como quiera! Por el rito zulú, tahitiano, o en la capilla de Elvis en Las Vegas!
Eso no es lo que me provoca la revolución celular y el efecto pez globo como a mi buen amigo Ramón.

Lo que me enciende es el que se tienda a mencionar únicamente el lado negativo de la historia.
No particularizo en mi ambiente del trabajo, evidentemente fue una conversación de sobremesa y nada más.
Las estadísticas se calculan recogiendo datos. Informaciones que serán más o menos veraces, ahí no me meto, pero que también tienen otra cara de la moneda.
Igual que hay parejas que se separan, hay muchas parejas que son compañeros toda la vida!!
Es lo mismo que igual que hay amigos que se enfadan y nunca más vuelven a serlo, hay amigos que lo son para siempre. Pero para eso no hay estadísticas, claro.
Por qué cuando decimos que alguien cercano se ha casado, se contesta con que 1 de cada 3 matrimonios se separa?? Por qué no creemos que pueden ser felices?

Por qué siempre pensamos en negativo? Tenemos miedo a ver la otra cara de la moneda?