Jueves (versión definitiva) La oreja de van gogh

No nos olvidemos.

Nosotros y nosotras

Por qué si ya lo sabemos es siempre tan dificil?

Flashback

Ayer, como un sábado cualquiera después de comer fui a Bilbao a ver si encontraba algún último “chollo” en las rebajas.
Me di un paseo a buen ritmo, y si bien sólo piqué en un par de cosas para la casa, me dio tiempo a ver media docena de contenedores de basura volcados e incendiados y a que tuvieran que “encerrarnos” en un par de tiendas protegiéndonos de los que escapaban de las cargas de los policías.
Una imagen que hacía tiempo, realmente muchos años, no se producía con tanta frecuencia.
Para rematar la faena, viendo el telediario, de repente se me hace conocida la persona a la que le hacen una entrevista: Claro!! Es el vecino de la casa de abajo!!.
A parte de problemas que tiene porque ha presentado un ERE en su empresa, me entero que ha sido amenazado por negarse a pagar el impuesto revolucionario.
Su vida se ha vuelto un infierno, escoltas, horarios esquivos, y sobretodo miedo por él y por los suyos. Y como la suya, la de muchos otros amenazados por el monstruo que intenta destruir nuestra tierra.
Aquí sentada con mi colacao, me lamento del flashback al que hemos sido “invitados” estos últimos días, y que si lamentablemente se cumplen las previsiones se mantendrá una temporada.
Un buen amigo me suele decir que yo siempre mantengo la fe en los imposibles.
Todos los imposibles tienen su parte de lógica, y si consigues ponerte en su lugar, es probable que encauces en el camino o que al menos lo comprendas.
Pero esta panda de desgraciados que dicen de forma incoherente, defender aquello que están destrozando, no merecen ni media micra de fe…..ni de mierda.
Holly frustrada y cabreada.

Contenta!!

A puntito de meterme a la cama, hago un repaso a cómo se presentará el día de mañana.
Por una vez sé con certeza que en el trabajo empezaremos la jornada de buen humor.
Es curioso cómo ciertos acontecimientos influyen en nuestro estado de ánimo de forma predecible.
Mañana, los bilbaínos de pro, de Indautxu de toda la vida como diría mi padre, amaneceremos contentos pensando que igual sacamos la gabarra. O al menos que seguimos hacia delante en la copa mientras desempolvamos recuerdos y promesas.
Recuerdos de cuando de pequeños fuimos a ver la gabarra por la ría, seguramente con toda la familia. Aunque he de decir que mi foto de aquel día lo único que refleja es desolación porque se me cayó la bandera al agua.
En mi cabeza sigue resonando una frase de mi madre: “La próxima vez que lleguemos a la final, te llevaré a verla”.
Han pasado bastantes años y a pesar de nuestros altibajos ella aún se acuerda, y me ha llamado para repetírmelo.
Puede que no vaya con ella, o puede que no lleguemos hasta el final, quien sabe?
Sólo se que mañana despertaré contenta y que pediré un par de flexibles para irme a Valencia a la final. Y por qué no?
Buen jueves para todos!! :D

Nacha Pop - La chica de ayer

Hay ciertas cosas que cambian.
Nosotros y la música que nos gusta seguiremos igual, ....o mejor!!!
Felices días!!

Un año más...

Sabes? Jugamos a tal número en el sorteo de Navidad. Sí sí, es el décimo del trabajo, y el de la panadería de siempre, y el del bar de los pintxos, y de los compañeros de piso, y de las amigas del cole, y del gimnasio, y de la frutería de doña Carmen, y y y .....
No vas a comprar?? Hija si siempre compramos uno por Santo Tomás…
A ver si nos va a tocar a todos y a tí no???
Cuando escucho esa frase me doy cuenta de lo débil de espíritu que soy para ciertas cosas.
Todos los años me propongo no caer, y todos los años caigo.
Así que a los que sois como yo, y no os podéis resistir…que la suerte os acompañe!!! :-)

Historias para no olvidar I

Hace 40 años no hubiera podido creer que viviría de esta manera, pero ciertamente la vida da mil vueltas.
La intensidad y los desencuentros han sido una constante, sobretodo estos últimos, pero siempre he intentado plantar cara a los “días rojos”.
De ahí estas líneas, que mi terapeuta me ha puesto de deberes, como si fuera una niña de secundaria. Si sí, habéis entendido bien, terapeuta, una enfermedad que aún en el 2020 no tiene cura total, aunque gracias a los dioses se puede paliar ejercitando la mente, está asomándose a mi ventana, y yo intento correr la cortina para que no cotillee en mi vida.
En una de las sesiones con Irene, mi terapeuta, recordé que hace muchísimos años, en los que las películas se veían en casa en formato DVD, vimos “The notebook”. En una de las últimas escenas, la protagonista muestra un diario en el que relataba todos los acontecimientos de la vida junto a su marido, para que éste se lo hiciera recordar cuando ella perdiera la memoria.
Irene, que aunque buena gente a veces parece la Srta. Rottenmeier, pensó que era una buena idea, y me emplazó a que escribiera los momentos buenos de mi vida, y que lo intentara hacer de forma cronológica.

Y aquí estoy, obedeciendo a una chiquilla que podría ser mi nieta, pero que si no cumplo con lo pactado, me reñiría como si fuera mi madre.
Eso sí, ya le he dicho que nada de escribir sólo las cosas buenas. Creo firmemente que los momentos buenos no lo serían tanto, si no hubiéramos tenido más de un bache en el camino.

También es verdad que hay varios asuntos, que he preferido mantener en silencio hasta el momento, sobretodo por miedo a una reacción desmesuradamente irracional por parte de mis hijas, pero qué demonios! A estas alturas de la vida, no pienso asustarme por nada!!!( excepto por las arañas).

To be continued…